Esplendorosa pieza elaborada en Francia, siglo XIX, formaba parte de la mesa de altar de la iglesia de San Dionisio (antiguo santuario).
En la religión católica, la Custodia es la pieza de oro o de otro metal precioso, donde se coloca la hostia, después de ser consagrada, para adoración de los creyentes.
Las custodias y ostensorios religiosos, tienen su origen en la institución de la fiesta llamada del Corpus Christi a mediados del siglo XIII, por lo que su papel es especialmente relevante en esta celebración. En la actualidad, es también muy utilizada para la realización de actividades de adoración a Jesús Sacramentado dentro de las iglesias.
Hay gran variedad de custodias religiosas las cuales, por lo general, alrededor de la Eucaristía representan rayos que simbolizan las gracias conferidas a los que adoran. Todas originalmente, tienen en común, una media luna donde se deposita el Santísimo Sacramento.
Las custodias en la Sagrada Eucaristía, son como un trono para rendir honor y gloria a Jesús Sacramento por lo que tradicionalmente, se trabajan de forma que sean obras dignas y de gran esplendor.
Descripción de la pieza:
“La caja cilíndrica, está rodeada por un nimbo de nubes donde aparecen cinco ángeles y, abajo espigas de trigo y uvas. La cruz de remate, también es una vid cuyas ramas se entrecruzan y tiene, a modo de cantonera racimos de uva. Completa el sol una gran orla de rayos rectos de distintas dimensiones cortados al sesgo y sobredorados. El astil está compuesto exclusivamente por un ángel de cuerpo entero con las alas desplegadas, vestido con túnica y que aparece dando un paso hacia delante. Tiene los brazos levantados en axtitud de sostener el sol. La figura está apoyada sobre nubes y éstas en una forma de perfil trapecial con lados cóncavos y un entablamento con molduras de ovas.
Los cuatro evangelistas están sentados en las esquinas ochavadas del siguiente sector. En el frente, dentro de una reserva ovalada, La Ulyima Cena, en el reverso, el Cordero Místico sobre la cruz y el libro de los Siete Sellos. A los costados, espigas de trigo. La base se ensancha en diagonal y tiene en los chaflanes acantos; en el frente un escudo con el IHS con fondo esmaltado azul, rodeado de roleos vegetales y guirnaldas.
En la reserva de atrás, las siglas de María con el mismo marco, y en los laterales, un racimo de uvas. Las cuatro patas de ángulo surgen de un elemento vegetal que se transforma en un rizo en las cuatro caras de la pieza.
Punzón de platero por identificar: rombo con jarra en el centro y las letras C y O flaqueándola. Cabeza de Mercurio dentro de octógono”. Sergio Barbieri 2008