Inmaculada Concepción

Inmaculada Concepción

[diciembre]

Esta escultura de la Inmaculada Concepción, representa uno de los dogmas marianos y se encuentra en la Sala de Arte Sacro del museo de la Altagracia Alejandro E. Grullón E. La misma, corresponde a una talla en madera con policromía originaria, realizada en España a fines del siglo XIX. Su iconografía responde a lo que se lee en Apocalipsis 12.1: “una gran señal apareció en el cielo: una mujer, vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas  sobre su cabeza”. Esta imagen no tiene la aureola de las doce estrellas. Viste túnica blanca y manto azul y aplasta a la víbora que simboliza el mal y que tiene en su boca la manzana que recuerda el pecado de Adán y Eva.  

Un dogma es una verdad absoluta, definitiva e incuestionable, que es revelada por Dios a través de las Sagradas Escrituras y de la iglesia, teniendo como objetivo fortalecer la fe, sin limitarla, invitando al conocimiento y la reflexión de la obra de Dios. De ellos parten los Dogmas Marianos, verdades de la fe irrefutables, relacionadas a la veneración Mariana. Los primeros dos dogmas marianos se asocian directamente con Cristo y los segundos se centran mayormente en María, aunque tienen una base cristológica. 

Para entender el misterio del mensaje y las apariciones de la Virgen María, se ha dedicado una rama de la teología a su estudio: la mariología. La Iglesia además, ha realizado grandes reuniones, surgiendo los Concilios, de los cuales se han decretado los siguientes cuatro Dogmas Marianos: La Inmaculada Concepción de María, La Virginidad Perpetua de María, La Asunción de la Virgen María y La Maternidad Divina de María. 

La Inmaculada Concepción se refiere a que María fue preservada inmune de toda mancha del pecado original desde el momento de su concepción. La concepción se refiere al momento en el cual Dios crea el alma y la infunde en la materia orgánica procedente de los padres, comenzando así la vida humana. 

«La bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda mancha del pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano» (Papa Pío IX, año 1854). 

Jesucristo, debía nacer de una mujer totalmente pura, por lo que de acuerdo al catolicismo, Dios en todo su poder, hace nacer a María libre del pecado original. 

“Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. (Lc 1, 28) 

Ese estado de gracia María lo mantiene por siempre, a diferencia del resto de las personas, quienes son limpiados del pecado original a través del sacramento del Bautismo y por su naturaleza humana deben permanecer puros a través de la constante confesión. 

A pesar de las controversias que en la antigüedad generó la Inmaculada Concepción, el Papa Pío IX lo declaró como dogma en la carta apostólica Ineffabilis Deus, en 1854. 

El 8 de diciembre celebramos el Día de la Inmaculada Concepción, por lo que es una buena oportunidad para pasar a conocer esta valiosa pieza.

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