Este cuadro representa a Santo Domingo de Guzmán sacerdote nacido en Caleruega España, fundador de la Orden de Predicadores Los Dominicos. Su obra se basó en predicar el evangelio por todo el mundo, llevar una vida basada en la pobreza, la fraternidad y el amor a la verdad. Como parte de su legado, también se le atribuye haber recibido de manos de la Virgen María el concepto del Santo Rosario del cual fue un gran impulsor.
La ardua labor predicadora de Santo Domingo inició en el sur de Francia, combatiendo la herejía albigense con ternura y claridad, ya que su misión encarnaba una fe vivida con humildad y radicalidad.
Se dice que en el siglo XIII la Virgen se le apareció a Santo Domingo de Guzmán, entregándole el concepto del Rosario, como un arma poderosa y le asignó la tarea de enseñar este rezo y propagar su devoción. En Tenerife, España, dentro de la Iglesia Santo Domingo de Guzmán en San Cristóbal de La Laguna, existe un fresco representando esa escena.
El fundador de los Dominicos, se encargó de cumplir las instrucciones recibidas, lo cual generó el surgimiento de cofradías y testimonios de innumerables milagros. Es por esta razón que, para la República Dominicana, el rezo del Rosario tiene un especial significado, ya que Santo Domingo de Guzmán, es el mismo santo en honor a quien, le fue otorgado su nombre a la ciudad después de ser reconstruida en la otra orilla del río Ozama.
En octubre celebramos el día del Santo Rosario o de Nuestra Señora del Rosario (7 de octubre) conmemorando la intercesión de la Virgen María, en la Batalla de Lepanto y su enseñanza del rezo del Santo Rosario a Santo Domingo de Guzmán.
El Rosario, es ese elemento que siempre nos habla de la Virgen y el que más la representa. Es un medio de comunicación con ella y es una de las armas más poderosa para los creyentes, capaz de llenarnos de paz, espiritualidad, transformar corazones, así como obtener favores y milagros por la intercesión de la madre de Dios y madre de todos.
El Santo Rosario es considerado como una oración perfecta por incluir dos elementos: Oración mental y oración verbal que medita los misterios de la vida de Jesús y María. Además, incluye cuatro series de misterios: Gozosos, Luminosos, Dolorosos y Gloriosos.
La Leyenda del Rosario cuenta que en 1212 y en las proximidades de Tolosa, Domingo tuvo una aparición de la Virgen María, quien le entregó el Rosario, llamado en esa época «Salterio de la Virgen».
Según un relato del beato Alano de la Rupe en su aparición, la Virgen le dijo a Santo Domingo lo siguiente:
“¿Sabes, querido Domingo, de qué arma se ha servido la Santísima Trinidad para reformar el mundo?- Oh, Señora, tú lo sabes mejor que yo –respondió él–; porque después de Jesucristo, tú fuiste el principal instrumento de nuestra salvación. —Agregó ella— que la principal pieza de combate ha sido el salterio angélico, fundamento del Nuevo Testamento. Por ello, si quieres ganar para Dios esos corazones endurecidos, predica mi salterio”.
La misma leyenda narra que al comenzar Santo Domingo su predicación, se desencadenó una terrible tormenta, tembló la tierra y se oscureció el sol. En ese momento los herejes vieron a la Virgen, levantar los brazos al cielo por tres veces para pedir a Dios venganza contra ellos, si no se convertían. Por lo que casi todos los habitantes de Tolosa lo aceptaron, renunciando a sus errores. En poco tiempo se experimentó un gran cambio de vida y costumbres en la ciudad.
El cuadro
En las obras de Santo Domingo de Guzmán suelen aparecer varios elementos simbólicos asociados a su vida como lo son: perro con antorcha, azucena, estrella, la cruz, el estandarte, el rosario, el libro y la iglesia.
Perro con antorcha
Representa una visión que tuvo la madre de Santo Domingo de Guzmán, donde un perro sale de su vientre con una antorcha encendida en su boca y al buscar la interpretación por intercesión de Santo Domingo de Silos, entendió que su hijo iba a encender el fuego de Jesucristo en el mundo por medio de la predicación. Esto la motivó a ponerle el nombre de este santo a su hijo. Dominicus significa del Señor. Cuando se compone la palabra en “Dominicanus” sería “Dominus” (Señor) y “Canis” (perro), significando el perro del Señor o el vigilante de la viña del Señor.
El papa Honorio III en una carta dirigida a todos los obispos, dijo que Domingo y sus seguidores habían sido “nombrados para la evangelización del mundo entero”. Y en otra carta, dirigida al mismo Domingo, les llamaba pugiles fidei («caballeros de la fe», defendiéndola contra todo el que se oponga a ella).
Azucena
Representa el amor por la pureza de Santo Domingo, quien en su lecho de muerte expresó: “Gracias a Dios, cuya misericordia me ha conservado en perfecta virginidad hasta este día; si deseáis guardar la castidad, evitad todas las conversaciones peligrosas y vigilad vuestros corazones”.
Estrella
Se dice también, que, durante el bautismo de Domingo, apareció una estrella sobre su frente, lo cual puede haberse debido a que en el futuro el sería esa luz que guiaría almas hacia la Fe católica, antes durante y después de la fundación de la Orden de los Dominicos.
La cruz, el estandarte y el rosario
- La cruz de dos brazos, llamada “patriarcal” simboliza a los fundadores de grandes familias religiosas o de importantes comunidades cristianas y es utilizada como parte de los elementos que caracterizan a Santo Domingo, por ser él quien por primera vez convirtió a un monje en religioso (apóstol), sin dejar de ser un monje.
- El estandarte tiene el emblema dominico, que constituye el escudo de armas de Santo Domingo. En el mismo, el blanco y negro representa pureza y penitencia, muerte y resurrección, combinando el ideal dominico de mortificación y alegría, renuncia al mundo y posesión de Cristo. Su lema es Laudare, Benedicere, Pradicare, que significa alabar, bendecir, predicar.
- El rosario, aunque existen varias versiones del origen del rosario, la más popular es la relacionada con Santo Domingo de Guzmán, pues él le dio una finalidad evangelizadora, y fue la orden de los dominicos que la convirtió en una oración eclesial universal.
El libro y la iglesia
El libro representa la Biblia, la que Domingo siempre llevaba en sus viajes y labor de predicación, utilizando principalmente el Evangelio de San Mateo y las Cartas de San Pablo. Se dice que Santo Domingo tuvo una visión en una noche de vigilia, donde se le aparecieron San Pedro con el evangelio y San Pablo con sus cartas, diciéndole: “Ve y predica, porque has sido llamado para este ministerio”. Sobre el libro hay una iglesia que representa la Basílica Laterana, la Madre Iglesia universal. Esto ya que, según la leyenda, tanto el papa Inocencio III, como Santo Domingo y San Francisco, tuvieron el mismo sueño donde veían esa Basílica derrumbarse y dos frailes eran quienes la sostenían, uno de hábito blanco y otro de hábito marrón. Santo Domingo se reconoció como el de hábito blanco y San Francisco como el de hábito marrón sin saber, hasta ese momento, de quién se trataba el otro. Luego, ambos se encontraron en una visita al papa Inocencio III, donde todos lograron identificar que el sueño se refería a ellos y que serían sus respectivas órdenes esas columnas que salvarían la iglesia.